El Restaurante
Después de trabajar en Casa Paloma las diferentes razas y maduraciones de la carne, nos apetecía adentrarnos en el mundo de las aves, recreando una Brasserie francesa…
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Para ello, nada más entrar en Chez Cocó encontrarán “la broche” donde no paran de dar vueltas nuestros coquelets criados en libertad. Ideales para un comensal. A partir de ahí comienza la magia del trinchado a la vista del cliente, pata… ó pechuga..?
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Pero, ¿a quién no le gusta compartir?. Encontraran piezas para dos, tres y cuatro comensales.
El pata Negra del Penedés, el Lumagorri del País Vasco, el Jarrete de ternera, el magret de pato o la gran Pintada. ¡Lo importante es disfrutar!
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Nos ha gustado mucho la idea de un Restaurante en donde la primera impresión de el cliente es entrar por la cocina y ver lo que se cuece que las cosas no tienen porque tener un orden establecido. ¿Qué importa que fue primero el huevo o la gallina cuando lo importante es el pollo?