Tras el éxito de Casa Paloma, sus propietarios han abierto este restaurante con el objetivo de recuperar la esencia de las clásicas rôtisseries. Cuenta con cocina abierta y horno castellano.En él se tiene previsto cocinar lechazos certificados por su consejo regulador y cochinillos asados a la segoviana.
Tras el éxito de CASA PALOMA, sus propietarios han abierto Chez Cocó, una afirme apuesta de recuperar la esencia de las clásicas rôtisseries.
UNA RÔTISSERIE EN LA DIAGONAL. Nada más entrar en este espacio de aire parisino nos topamos con numerosas referencias al Orient Express. Un espacio diferente donde las auténticas protagonistas son las piezas de carne y las aves que se asan a la vista de los clientes.
Se llevan las rostisseries, esto es, restaurantes en los que puedes tomar pollos, pichones, codornices, pulardas y otras aves asadas. Una apuesta en escena de lujo para una iniciativa creativa , sencilla y apetecible. Para quedar bien con família, amigos y por negocios.
Este restaurante cuenta con una espectacular decoración de Lázaro Rosa-Violán, cocina abierta, mosaicos tradicionales y una terraza donde degustar los mejores platos de ave (pollo asado, pichones, codornices…), entre una variedad de pescados del día y entrantes muy saludables.
El interiorista de moda Lázaro Rosa-Violán diseñó un espectacular restaurante digno de las más avanzadas capitales mundiales y sus promotores decidieron convertirlo en una rosticería, donde
su principal oferta es la volatería. Para entendernos: pollos de alta gamayotras aves al ast.
La gran cuina francesa va recuperant espais a Barcelona, més lleugera i posada al dia. La darrera incorporació ha estat una rôtisserie, Chez Coco, que ha fet canviar l’aire que es respira a la zona de la Diagonal, on es troba, amb un interiorisme elegant que convida a deixar-se seduir per qualsevol dels rostits d’aviram, porc o xai que hi preparem, així com per l’espectacular carro de postres que abans hi havia a tots els restaurants.
Mi mujer es muy del Barça y yo muy del Madrid, así que siempre hay uno que está feliz Cocinero antes que fraile, de estar delante de los fogones ha pasado a dirigir dos de los restaurantes más de moda de Barcelona, Casa Paloma y Chez Cocó. Un joven de éxito.
Chez Cocó no només fa una declaració d’intencions en el seu nom, d’aire eminentment afrancesat, sinó també en la seva manera de presentar-se al públic. Només entrar-hi, dóna la benvingudaa amb una rostidoria , amb altres paraules, una peça amb tres rostidors on es cuinen desenes de pollastres: els grans protagonistes de la casa.
De vuelta a la ciudad podrán descubrir en dos estrenos que Francia sigue siendo un referente. El fenómeno bistronómico salta a las aceras y patios, como es el caso de Chez Coco, que se anticipa a una de las modas del próximo otoño: las Rôtisseries (restaurantes especializados en aves a la brasa). En la terrazza de este nuevo concepto barcelonés, decorado con gusto por Lázaro Rosa Violán, se pueden degustar pollos, pichones, codornices o pato a la vieja usanza con infinidad de guarniciones.
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